La segunda parada fue por supuesto para comer porque eran las tres de la tarde y estábamos muertos de hambre.
Despues de llenar el estomago y unas cuantas jarras de cerveza nos fuimos a una caseta a comenzar la fiesta.
Y también un poquito de hermanación por mi 25 cumpleaños.
Besos a todos y gracias por las felicitaciones y regalitos.